miércoles, 18 de agosto de 2010

Polémica por pastilla que "previene" la homosexualidad























El tratamiento ha sido creado en Estados Unidos, para evitar un desorden hormonal. Asociaciones de gays y lesbianas en pie de guerra.


Una pastilla tomada por mujeres embarazadas de niñas podría disminuir las posibilidades de que el bebé fuese gay. El estudio ha despertado numerosas críticas que acusas a los investigadores de 'manipular de la orientación sexual', según publica 'Los Angeles Times'.

El tratamiento ha sido creado para tratar de prevenir la 'hiperplasia adrenal congénita', un extraño desorden hormonal que hace difícil determinar el género del bebé al nacer. La pastilla actualmente se ofrece en Estados Unidos a mujeres que podrían dar a luz a niñas con este problema.

Al margen de los riesgos que pudiera acarrear el procedimiento, está siendo criticado especialmente por un llamativo efecto secundario: la píldora podría reducir las posibilidades de que las recién nacidas fueran homosexuales, e incluso incrementarían las posibilidades de que se incrementaran sus rasgos de conducta femeninos.

Aunque ha sido creado para tratar la problemática anomalía, se ha abierto un gran debate entre asociaciones de gays y lesbianas, doctores y bioéticos sobre la naturaleza de la sexualidad humana.

Este tratamiento está a un paso de "la ingeniería para determinar la orientación sexual" según Alice Dreger, profesora de Humanidades y bioética clínica en la Universidad de Northwestern de Estados Unidos, que se opone públicamente al uso de la pastilla.

La capacidad de manipular químicamente la orientación de los bebes se está convirtiendo cada vez más en una posibilidad en los últimos años. Los tratamientos para la hiperplasia adrenal congénita, son los primeros con los que se está experimentando esta técnica, intencionalmente o no.

El tratamiento hormonal "podría teóricamente influir en el comportamiento postnatal, no sólo en la diferenciación genital", dijo Ken Zucker, psicólogo del Centro para la adicción y la salud mental en Toronto, que estudia la identidad de género. /telecinco.es