martes, 8 de abril de 2014

Llegaron miles de golondrinas a Chepes







El espectáculo lo están brindando en la calle Pelagio B Luna de esta ciudad de Chepes. Llegaron cerca de la hora 18 de este lunes y permanecen en medio de los grandes eucaliptus del lugar. Por momentos se las puede ver revoloteando para el deleite de los vecinos.

Juan “Tico” Gutiérrez, un vecino de la calle Pelagio B Luna, contó al diario digital El Cronista que estos animalitos llegan a Chepes todos los años en esta época, huyendo de las bajas temperaturas. “Las golondrinas van a permanecer esta noche en Chepes y se espera que emprendan su viaje cerca de las 6 de la mañana de este martes”, contó Gutiérrez. Agrego que “antes de su partida, generalmente brindan un gran espectáculo.

Como ocurre todos los años, en esta época las golondrinas, que huyen del invierno, comienzan a migrar buscando temperaturas un poco más cálidas. Algunas llegan a recorrer hasta 10 mil kilómetros.

Cada vez que desciende la temperatura del lugar en el que viven, las golondrinas emprenden su viaje. Se mudan a zonas más cálidas. Allí se quedan hasta que el invierno las obligue a emprender el vuelo de regreso. En el mundo existen 79 especiesde golondrinas. Los especialistas dicen que 14 visitan en algún momento del año la Argentina.

Aunque cada especie tiene su particularidad, hay puntos en común. Las alas son largas y puntiagudas, ideales para grandes distancias. El pico, corto y aplanado, le permite capturar insectos en pleno vuelo. También lo emplean para tomar del aire los materiales necesarios para armar sus nidos. Algunas los hacen de barro y, en ese caso, tienen que aterrizar para buscarlo. Estas aves siempre viajan de día y usan la luz solar para guiarse. De noche paran a descansar en plazas o sitios con luz para que ningún depredador —rata o murciélago— las sorprenda en la oscuridad.

Pero cuando están en pleno vuelo, las golondrinas tienen movimientos precisos y rápidos. Pueden planear —quedarse quietas en el aire— y hasta volar con el viento en contra. En los viajes largos, para guiarse usan los accidentes del terreno como las costas y cuencas de los ríos. Algunas vuelan hasta 10 mil kilómetros y otras vienen de Brasil o Ecuador.

La golondrina de Rabadilla Canela hace un viaje muy largo para escapar del frío de California, EE.UU. Se junta en grandes grupos e inicia su viaje, que puede durar hasta 3 meses. Es que esta especie hace el camino más largo porque prefiere volar sobre tierra firme y evitar el agua.

Dicen que este grupo parte todos los años del monasterio de San Juan de Capistrano, en California. Cuando regresan a su país, la gente suele recibirlas con una gran fiesta. Son fáciles de reconocer: tienen el vientre castaño y el dorso muy oscuro. Algunas llegan en su vuelo hasta Tierra del Fuego. Para verlas hay que ir a la Reserva Ecológica de la Costanera Sur.

Las golondrinas son insectívoras, y tienen hábitos diurnos. Por eso, abandonan los árboles del centro cuando aclara y vuelven al anochecer. En ese lapso, practican la caza de insectos, que realizan siempre en vuelo. Comen todo tipo de insectos, y se estima que años atrás, en las buenas épocas, llegaban a consumir una tonelada de ellos a lo largo de todo el verano.

Para encontrar alimento, las golondrinas dejan todos los días la ciudad y se van al campo. Suelen volar unos 50 kilómetros, para internarse en los bañados y en los lugares donde hay plantas en floración. Según los especialistas, las aves tienen bien identificadas estas zonas donde existe mayor cantidad de insectos.

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