sábado, 22 de junio de 2013

EDUCACIÓN EN CRISIS



Durán Barba, con B de burro





En la última década, el analfabetismo descendió en Latinoamérica y en todo el país, salvo en la Ciudad de Buenos Aires, donde aumentó.
Guatemala, Honduras, El Salvador y República Dominicana son los países que lideran los índices de analfabetismo en América Latina, pese a que en la región avanza en la eliminación de la carencia.

Guatemala tiene un 21,04% de su población analfabeta, Honduras algo más del 20%; El Salvador (que trabaja con un plan para erradicar el analfabetismo en 2021), un 14,1%, y República Dominicana, el 10,8%. En estos países los ritmos de eliminación del problema son más lentos y los objetivos parecen menos ambiciosos pero todos han manifestado mejoras en la última década.

Con la declaración de Ecuador como país libre de analfabetismo, suman seis las naciones consideradas alfabetizadas en América Latina entre las cuales está, como veremos, nuestro país.

Los países de la órbita de la Venezuela Chavista han dado prioridad al tema aplicando el reconocido método cubano "Yo sí puedo" con la ayuda financiera de Caracas.

Esto ha hecho que en los últimos años se consideren "territorios libres de analfabetismo" cuatro de ellos (la propia Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador), aparte de Cuba, que lo consiguió en 1961.

El resto de naciones también logra mejorar aunque a un menor ritmo pero, como veremos, Paraguay, Costa Rica y Chile, están cerca de lograr el objetivo de país alfabetizado.
"Todas la provincias argentinas disminuyeron su tasa de analfabetismo, salvo un distrito que, a contramano de la tendencia de progreso, vio ascender su tasa en un 5%. Este distrito es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires."

Según los datos proporcionados por los Gobiernos de la región, más de 25 millones de analfabetos de los más de 770 millones existentes en el mundo se encuentran en América Latina, principalmente en Brasil y México, los países más poblados.

Una de las claves del descenso regional de la tasa de analfabetismo fue la llegada de Chávez al poder en Venezuela en el año 1999 quién estrechó vínculos con Cuba y logró expandir por América Latina el método cubano "Yo sí puedo", cuya efectividad ha sido reconocida por la UNESCO.

Bajo este mismo plan, Venezuela se declaró en octubre 2005 "territorio libre de analfabetismo" al enseñar a leer y escribir a casi 1,5 millones de sus 25 millones de habitantes, lo que dejó el índice nacional de analfabetismo por debajo del 1%.

Impulsada por el “Yo sí puedo”, Bolivia le siguió en diciembre de 2008, después de alfabetizar en 33 meses a cerca del 10 por ciento de la población, equivalente a unas 820.000 personas, con lo que logró ubicar su tasa de analfabetismo por debajo del 4%.

Nicaragua hizo lo propio a mediados del año 2010, al cabo de una campaña que logró reducir el analfabetismo del 20,7 al 3,56 por ciento de la población durante el segundo mandato de Daniel Ortega, que inició en 2007.

Ecuador se convirtió en el último beneficiado del plan “Yo sí puedo”, al declararse en 2010 "patria alfabetizada", tras disminuir la tasa del 9% de 2007 a un 2,7 actual.

Como anticipamos, otras cuatro naciones están prácticamente al borde o muy cerca de acceder a la categoría de país alfabetizado: Paraguay, que cuenta con una tasa de analfabetos del 4%, lo mismo que Costa Rica, Chile que alcanza el 4,3% y Panamá el 4,5% de población de 10 años y más analfabeta.

Chile desarrolla cada año desde 2003 la campaña "Contigo aprendo" para adultos y estima que en el próximo cuatrienio podrá superar el 97% de personas alfabetizadas.

En otro país del Cono Sur, Uruguay, los datos oficiales reconocen una tasa de analfabetismo del 7,8 por ciento, equivalente a 184.066 personas y un ritmo de reducción de esta cifra de 5.000 adultos entre 2009 y 2010.

Brasil, por su tamaño, reúne la mayor población de analfabetos de América Latina, 14,1 millones de personas, equivalente al 10,5% de la población mayor de 10 años, pero también registra progresos.

En la última década ha reducido esa tasa en cinco puntos porcentuales, aunque en números absolutos esto ha supuesto apenas dos millones de personas.

Además, el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva lanzó en 2003 un programa para promover la alfabetización de la población adulta, que aún continúa bajo el gobierno de Dilma y está centrado en municipios con una tasa de analfabetismo superior al 25%, que, en su gran mayoría, se encuentran en el nordeste, la región más pobre del país.

Otra nación de avances es Perú, cuyos estadísticas oficiales situaban la incidencia del analfabetismo en el 7,1% en 2007 (frente al 10,4% que calculaba la UNESCO), aunque asegura haber sacado de ese porcentaje desde entonces a 1,4 millones de personas.

En tanto, en México el índice se situaba en el año 2009 en el 7,8%, lo que representa a 5,9 millones de personas, frente al 8,4% de 2005 y al 25,8% de 1970. Apenas en el Distrito Federal y en cinco de los 31 estados del país la tasa era menor al 4%, mientras que en los más pobres, Oaxaca, Guerrero y Chiapas (todos al sureste), se sitúa en torno al 20%.

Colombia admite que unos 2,1 millones de habitantes no saben leer ni escribir, frente a los 2,8 millones de 2005, lo que ha supuesto una rebaja del 7,3 al 6,1% de la población adulta en los últimos años, gracias a un programa oficial que ha alfabetizado a un millón de personas entre los años 2004 y 2010.

Argentina integra el grupo de seis países alfabetizados de la región y tiene gracias al trabajo realizado durante la década ganada desde mayo del año 2003, una tasa menor al 2% (1,9%), por lo que es considerado internacionalmente por debajo del límite entre los países que están alfabetizados y los que no cuyo umbral es el 4%.

En efecto, con 4 millones más de habitantes desde 2001, Argentina logró reducir el índice de 2,6% a 1,9%, y las provincias que más elevado porcentaje de analfabetismo tenían, como las del NEA, bajaron hasta 2,5 puntos porcentuales promedio. Entre las más afectadas por el analfabetismo, Chaco redujo su índice del 8% en 2001 al 5,5% en 2010; Corrientes pasó del 6,5% al 4,3%; Misiones del 6,2% al 4,1% y Formosa del 6% al 4,1%.

En tanto, Santiago del Estero bajó su índice de analfabetismo del 6% al 4%; Salta del 4,7% al 3,1%; y Jujuy del 4,7% al 3,1%.
En suma toda Latinoamérica y, como muestra el Cuadro 1, todas la provincias argentinas disminuyeron su tasa de analfabetismo, salvo un distrito que, a contramano de la tendencia de progreso, vio ascender su tasa en un 5%, 0,2 puntos porcentuales. Este distrito, que marcha a contrapelo del país y Latinoamérica es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Para aproximarnos más a la problemática de aumento del analfabetismo en la CABA, el Cuadro 2 muestra el despliegue de la tasa distribuida por comuna.

Para comprender mejor estas cifras, debemos señalar que en rigor Buenos Aires se constituye como al menos dos ciudades, con indicadores socio ambientales muy asimétricos entre Norte, Centro y Sur, que promueven contrastes socioeconómicos inhallables - dada la riqueza relativa del distrito y la densidad poblacional de la CABA por km2-, en el resto de la geografía nacional.

Un indicador proxy de estas asimetrías resulta el desarrollo del analfabetismo desagregado por comunas que concentra su problemática en los barrios del sur de la Ciudad. Al respecto, el centro de estudios “La Fábrica Porteña” señala:

"Analizando los números expuestos podemos indicar que el promedio de población analfabeta por comuna es de 0,49% y que las Comunas que presentan tasas superiores al promedio, no casualmente, son las del Sur de la Ciudad de Buenos Aires, esto es, las Comunas 1, 4, 7, 8, 9 y 10. En estas zonas, radican 7.308 de los 12.403 analfabetos de la Ciudad. Casi el 60% de los analfabetos se concentran en éstas 6 Comunas.

"Lo que estos números denotan es el constante abandono por parte del Gobierno de la Ciudad a las Comunas del Sur, y sumado a esto se evidencia que para estas situaciones de vulnerabilidad sólo el Estado Nacional tiene políticas que permiten enfrentar este flagelo. No por casualidad, las tasas de analfabetismo se reducen en todo el país menos en la Ciudad de Buenos Aires."

En efecto, es insólito que en un contexto regional y nacional tan favorable para el descenso del analfabetismo, con múltiples planes desplegados por el gobierno nacional disponibles, que la Ciudad de Buenos Aires, la más rica y superavitaria del país y una de las más prósperas de la región, no logre eliminar definitivamente el analfabetismo remanente y, por el contrario, la tasa suba en la última década.

Severa advertencia para el Gobierno Porteño que liderado por Mauricio Macri y su delfín educativo Esteban Bullrich suele insistir sobre la importancia estratégica de la educación para el desarrollo de la “República moderna e integrada al mundo” que los desvela hasta el insomnio. Pero, como nos enseñara el General, la única verdad es la realidad, todo lo demás son opiniones.

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