lunes, 18 de junio de 2012

Megaminería y medio ambiente, un debate que congeló el oficialismo



















Amado Boudou anunció días atrás en el Senado que llevará a la cumbre ambiental Río+20, esta semana, un reclamo por la contaminación que los países desarrollados provocaron en sus colonias: la posición argentina implicará “una nueva lucha contra el imperialismo”, según sus palabras. La megaminería de las multinacionales en provincias gobernadas por kirchneristas y aliados, a cielo abierto y con cianuro para extraer oro y otros metales, quedará a salvo de esa cruzada . El apoyo del Gobierno a esos emprendimientos resistidos por ciudadanos, ecologistas y dirigentes políticos, se manifiesta en el Congreso, con el freno a cualquier iniciativa que procure limitarlos o incluso escuchar las quejas de las poblaciones afectadas.
Según Clarín, la Comisión de Minería de Diputados funciona como un tapón para los proyectos que impulsan la prohibición o regulación de la megaminería: la preside el sanjuanino Héctor Tomas, un hombre del gobernador José Luis Gioja. “Esa comisión no se reúne nunca”, cuestionó Pino Solanas, y cargó contra el Gobierno: “Que no sean farsantes, si hay algo que contamina el agua y la atmósfera es la extracción a cielo abierto con cianuro y explosivos, que hoy aumenta en la Argentina”. Una de las pocas veces que funcionó la comisión fue para recibir a jóvenes promineros de La Rioja, en una intención de contrarrestar las fuertes protestas que frenaron el emprendimiento de Osisko en Famatina. Los diputados Fabián Rogel, Inés Brizuela y Doria (UCR), Victoria Donda (FAP) y Carlos Comi (Coalición Civica-ARI) denunciaron que les impidieron el ingreso a esa reunión. “No permitir la participación de los propios diputados es algo gravísimo”, reclamó Brizuela y Doria. Este diario intentó ubicar a Tomas, pero no respondió los llamados. En el Senado, el neuquino Horacio Lores (MPN) cumple un rol similar. “Desde el año pasado venimos pidiendo que se traten nuestros proyectos, pero no hubo respuesta”, se quejó Nito Artaza.
El kirchnerismo también le dio la espalda a una sesión de la Comisión de Recursos Naturales de Diputados en Famatina: ningún integrante del Frente para la Victoria asistió. “El oficialismo favorece la megaminería y no la controla. Y no da quórum si no se trata un tema que le interesa”, planteó el titular de la comisión, el radical Juan Casañas. Cristina Kirchner no disimuló su posición y consideró “snobs” a los ambientalistas. En caso de impulsar una discusión será por las regalías (menos del 3% de lo extraído), contaron diputados del oficialismo. A eso se habría referido Estela de Carlotto en España, luego de la expropiación de YPF, cuando aseguró que “ahora vendrán las mineras”.
La Presidenta lo sugirió en su discurso en el Congreso, en marzo: “Hay que conocer al país en su totalidad y exigir a las empresas el cuidado ambiental y la reinversión de las utilidades en las propias comunidades”. Daniel Peralta, gobernador de Santa Cruz, pidió subir las regalías al 12% . En una audiencia pública, la semana pasada, Gonzalo Strano (de Greenpeace) objetó que ése fuera el eje: “Está demostrado que el daño no puede ser pagado ni con regalías del 50%”. A su vez, a contramano de la “lucha contra el imperialismo” que proclama Boudou, Solanas y el radical Julio Martínez remarcaron que los capitales que dominan el paquete accionario de Barrick Gold y otras mineras coinciden con los de las petroleras que operan en las Islas Malvinas.

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