domingo, 3 de octubre de 2010

Se rompió el hielo en el Senado por la ley de glaciares







Miguel Angel Pichetto votó por primera vez en contra de lo que oficialmente pidió el Gobierno. Pero no lo hizo por rebelde, un rol que nunca cultivó, sino porque nunca recibió ninguna indicación desde la Casa Rosada. Está claro que el Ejecutivo no estaba dispuesto a volver a pagar los costos que le implicó vetar la primera ley de glaciares, más allá de la posición del secretario de Minería.
La sesión por la Ley de Glaciares está llamada a tener secuelas en el oficialismo. Miguel Angel Pichetto votó por primera vez en contra de lo que oficialmente pidió el Gobierno. Pero no lo hizo por rebelde, un rol que nunca cultivó, sino porque nunca recibió ninguna indicación desde la Casa Rosada. Lo mismo les pasó a José Pampuro, Elena Corregido y Roxana Latorre, quienes venían de pasar cinco días con Cristina y Néstor Kirchner. Está claro que el Ejecutivo no estaba dispuesto a volver a pagar los costos que le implicó vetar la primera ley de glaciares, más allá de la posición del secretario de Minería.
A Pichetto además le molestaron los modos que utilizaron los hermanos Gioja para torcer su voto y los rumores de que las mineras andaban con una Banelco por los pasillos. Tampoco quedaron bien las cosas con Nicolás Fernández, el senador ultra K que salió a forzar voluntades a último momento en nombre de un objetivo que nadie, desde la cumbre del poder, había precisado.
Pero, de paso, con su voto Pichetto les envió una subrepticia señal a los Kirchner, con una sutileza digna de Scioli. Es que el rionegrino, incansable luchador por las causas K más remotas, siente que otra vez le están por boicotear la aspiración de ser gobernador de su provincia, tal como ocurrió en 2007.
Por ese motivo en un acto en Bariloche, dejó tres mensajes claros. Cuestionó los dichos de Hebe de Bonafini sobre la Corte Suprema, algo que ningún oficialista de rango había hecho hasta ahora. Dijo, además, que el máximo tribunal está integrado por jueces “probos” y “honestos”, en un momento en el que desde el matrimonio presidencial sólo salen maldiciones hacia ellos. Y por si fuera poco habló del “fracaso de alianzas”, en oposición al apoyo que el Ejecutivo le brindó al radical Miguel Angel Saiz, gobernador de Río Negro. En diez días se votará el 82% móvil, otra ley controvertida. El bloque kirchnerista puede volver a exhibirse fracturado.
Daniel Filmus: “Acá se enfrentaron dos ideologías”
—¿Estuvo bien la decisión del Gobierno de dar libertad de acción?
—Por supuesto. Había posiciones distintas, y las dos confluían en leyes que protegían los glaciares. Todos votamos una vez que la Presidenta dijo que las dos leyes le parecían bien y que no iba a vetar ninguna de las dos.
—Eso genera una confusión, porque las mineras se inclinaban por el proyecto del Senado.
—Las mineras no querían ningún proyecto. Su sueño era que le llegue de vuelta a manos de Cristina el proyecto original de Maffei y que tuviera que volver a vetarlo o mostrar que le torcieron el brazo.
—Pero el proyecto aprobado no tiene diferencias sustanciales con el vetado.
—El veto tuvo cuatro temas, el de la Antártida, el de la frontera con Chile, lo de Parques Nacionales, y mostraba preocupación por el artículo 6, por si estaba bien prohibir determinadas obras públicas. Esto fue estudiado por muchos abogados de los senadores y se evaluó que la propuesta que se aprobó resuelve la totalidad de los aspectados planteados. Lo del artículo 6 se discutió y consideramos que se puede prohibir en cuestiones interjurisdiccionales como estas, donde las cuencas hídricas continúan en otras provincias.
—¿Este es un tema que se puede judicializar?
—Puede ser que las mineras tengan la misma actitud que tiene Clarín con la Ley de Medios.
—Al sacar el artículo 17 se dijo que se estaba beneficiando a las mineras, porque frenaba los nuevos emprendimientos.
—No es así. El problema es que no decía ni en qué actividades ni en qué zona se aplicaba.
—Gioja dice que el problema es que en Diputados la cuestión se politizó demasiado...
—Acusar al Congreso de politizar es como acusar a un kiosco de vender golosinas. Acá se enfrentaron dos ideologías políticas, los que privilegiamos el agua por encima del oro y los que privilegian el oro por encima del agua. Esto tuvo que ver con privilegiar el medio ambiente, y hablamos de uno por ciento del territorio. Yo defiendo el desarrollo de la minería, en donde no perjudique al medio ambiente. Ahora ellos, al resistir, abrieron un debate que va a seguir, con la minería a cielo abierto y con qué parte le queda al país.
César Gioja: “La Presidenta no apoyó al final”
—¿Está de acuerdo con la libertad de acción que se le dio al bloque oficialista?
—No me pareció correcto. Se concede cuando hay cuestiones de conciencia, pero eso no sucedía en este caso. El que dio la libertad fue el presidente de mi bloque, en una acción que no fue… consecuente con la manera que nosotros atamos los temas.
—¿Y por qué el Gobierno permitió que los senadores tuvieran libertad de acción?
—No, yo creo que los mensajes del Ejecutivo eran: “Aprueben el proyecto original”. A lo mejor no fue dicho en el primer nivel, aunque yo sé que en el primer nivel también fue dicho, y después no fue cumplido por un sector de mi bloque. Esto será una discusión interna que tenemos que dar.
—¿No les faltó apoyo del Gobierno?
—Y a ver, si la Presidenta dijo: “No lo voy a vetar”… Además, la Presidenta no estuvo en los tramos finales… A lo mejor nos faltó una puntada final de apoyo.
—¿Por qué la Presidenta vetó la ley anterior y ahora no va a hacerlo, si ambas leyes son bastante parecidas?
—Porque con el veto hubo un costo político exagerado...
—Esto abrió espacio para especulaciones. La oposición denunció que fue para avanzar con el polémico proyecto de Pascua Lama...
—Bueno, pero su informe de impacto ambiental se aprobó mucho antes del veto.
—También que el veto fue para que provincias como la suya tengan tiempo para aprobar su propia ley de glaciares...
—No tiene nada que ver. O, a lo mejor, tiene alguna explicación, tampoco soy tonto... Obviamente, había que… Pero las provincias tienen dominio de los recursos naturales y tienen la obligación de dictar leyes sobre el tema.
—¿Por qué se quitó el artículo 17, que frenaba los emprendimientos hasta hacer un inventario de glaciares?
—Fue para suavizar diferencias. Fue algo acertado, positivo.
—¿Fue quitado por los impulsores del otro proyecto o porque ustedes lo pidieron?
—Fue una prenda de negociación.
—¿Sacar ese artículo beneficia los emprendimientos mineros?
—Sí, pero también al desarrollo productivo integral del país. A todas las actividades en terrenos vinculados con glaciares y periglaciares.