domingo, 7 de marzo de 2010

Muy grave esto en Chepes



 Llega a la Justicia "mediación" policial por bicicletas robadas
 Un joven, a quien le robaron su bicicleta, denunció ante la Justicia que personal policial de Investigaciones medió para que entregara a un supuesto comprador del rodado robado, el dinero que le habría pagado al ladrón, como condición para recuperar el bien perdido.

Se trata de Ricardo Ferrero, un joven estudiante de periodismo y movilero de una emisora radial local, que últimamente trabaja en la confitería de la Terminal de Omnibus.

Ferrero le contó al juez, que la noche del miércoles 24 de febrero último, y mientras cumplía sus labores en la confitería, le hurtaron la bicicleta; que esa misma noche dio cuenta del hecho en la comisaría; que personal de la Brigada de Investigaciones lo encuentra en la calle y le dice "ya sabemos quien tiene la bici", pero la persona que la tiene la compró a cincuenta pesos y exige ese dinero para entregarla a la Policía, ofreciéndose para llevarlo.

En su relato al juez, Ferrero dijo que como en aquel momento no contaba con ese monto, lo llevó más tarde a dependencias de la Brigada de Investigaciones, donde lo entregó al personal que se lo solicitara en presencia de por lo menos otros dos más; que nunca supo quién era esa persona y tampoco si había detenidos o citados a declarar por esa causa.

¿MODUS OPERANDI? 

La trascendencia que tiene el caso, hace aparecer otros, donde -también por el robo de bicicletas-, en sede policial se habría enfrentado al legítimo propietario con el comprador del bien robado, para que también se le haga entrega del dinero que éste último "invirtió" en la adquisición del rodado.

Tampoco se supo si hubo citados a declarar y detenidos, aunque algunas especies citan que serían mayores, que valiéndose de menores de edad estarían cometiendo estos ilícitos.

Son tantas las bicicletas que roban, que ya circulan nuevas versiones de que se trataría de personas de un conocido barrio de la ciudad, que después de desarmarlas, las trasladarían en una camioneta de marca y color ya conocido por varios vecinos, hacia la ciudad de San Juan donde a través de familiares las venderían.

Por su parte, el juez David Luna no habría estado al tanto de esta situación y pasó los términos de la denuncia al Agente Fiscal.