jueves, 10 de septiembre de 2009

Conferencia del periodista Gustavo Sierra


“El periodista que va al lugar de los hechos está en extinción”
Sierra visitó La Rioja para hablar sobre “Los desafíos del periodismo ante el desarrollo tecnológico”. En una exposición clara y concisa el profesional brindó un panorama complejo y relativamente esperanzador en lo que a periodismo digital y profesional se refiere. Aunque insistió: “Veo muchos estudiantes aquí, espero que después de escucharme y se inscriban en la universidad lo hagan en Matemáticas”.

 

En el marco de las 50 años que cumple el diario El Independiente en octubre, organizó una serie de conferencias con reconocidos periodistas del ámbito nacional. La primera jornada se realizó el jueves 3 de septiembre en el salón de Osde. Para próximos encuentros se espera la llegada de Pepe Eliaschev, Maristella Svampa y Guillermo Mastrini, entre otros.

Gustavo Sierra (51) es periodista desde hace más de 25 años. Fue corresponsal de guerra en Afganistán e Irak y cubrió las elecciones de Estados Unidos y México, entre otras coberturas internacionales de importancia. Actualmente se desempeña como prosecretario de Redacción de Política Internacional de Clarín. Tiene un Master en la Universidad de Bostón y ganó la beca Hubert H. Humprey para el Entendimiento Norte-Sur. Conocer sus antecedentes servirán seguramente para comprender mejor su visión del periodismo ante el vertiginoso avance de la tecnología.

Con una voz neutra en el marco de un relato trágico comenzó Sierra a hablar ante el auditorio local conformado en su mayoría por periodistas, comunicadores, locutores y productores. Contó que vio morir a un colega y amigo, entre otros profesionales, en el medio de la guerra por la acción de las fuerzas estadounidenses. Que la guerra es sobre todo muerte y destrucción. Y que nunca logra solucionar nada. Sin embargo, y a pesar de ese panorama, Sierra se dio cuenta que el periodismo está vivo. “Los ataques habían terminado con los periodistas pero no con el periodismo. Vivimos esta situación junto a otras cinco millones de civiles en Bagdad”, agregó.

Los periodistas no estamos de un bando ni de otro, aclaró Sierra: tenemos que dar la información de la manera más digna que podamos conseguir. Es muy difícil volver después de cubrir esto. Volver al supermercado, a pagar las cuentas, a llevar los chicos al colegio.

Perdimos la capacidad de cuento
Uno de los ejes más significativos de la exposición de Sierra fue la importancia que le otorgó al periodismo profesional en pleno auge del periodismo ciudadano, donde cualquier persona con la tecnología básica puede buscar información y publicarla al mundo. También criticó la pérdida del relato, del cuento en cada nota.

Para Sierra el periodista que va al lugar de los hechos está en extinción. “Esos grandes corresponsales que había hasta hace poco, son demasiado costosos para los diarios, demasiado impresentables para la tele, demasiado roncos para la radio y demasiado viejos para Internet”. Y le atribuyó parte de la crisis y decadencia que viven los diarios a la desaparición de este tipo de profesionales. Aunque también advirtió que no solo debemos echarle la culpa a Internet sino a cómo los periodistas hacemos periodismo.

Además de diferenciar en algún momento de su exposición el periodismo ciudadano del profesional, Sierra hizo hincapié en la creciente preparación y estudio que requiere el periodista para ejercer la actividad en esta nueva realidad que exige de manera permanente la adquisición de nuevas competencias.

En este sentido, además de hablar del deterioro de los medios en papel y como contrapartida el profundo y extenso crecimiento de lectores por Internet, Sierra le reclamó a los periodistas volver a las fuentes. “Tenemos que recuperar la capacidad de relatar, de contar, tal cual lo hace una vecina que presenció un accidente de tránsito en la esquina de su casa”. En definitiva, para Sierra, el periodista actual, aquél que no ha tenido la suerte de ver sus ideas, palabras y firma plasmada sobre tinta y papel, debe aspirar a alcanzar el nivel, la seriedad y la credibilidad que tienen los diarios en papel. O para ser más exactos, les agregaría yo, supieron tener y deben recuperar.

El conferencista también subrayó que más allá de la tendencia a que desaparezca el papel –aunque dio ejemplos, pocos, de otros lugares del mundo donde siguen apostando al diario tradicional- lo que no puede desaparecer es el periodismo: “Porque el periodismo es parte de la democracia. Esté visto como un negocio o centro de poder o que incluso esté mal hecho en ciertos casos, no significa que no sea necesario”.

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